Apocalipsis Z

Este mes se pone a la venta el cómic basado en la trilogía de Manuel Loureiro, Apocalipsis Z de la mano de Panini Comics en una edición de lujo de tapa dura con un buen diseño. El dibujante elegido para dicho trabajo es Vicente Vegas, un autor que aunque no ha trabajado para grandes editoriales americanas (que seguramente terminará llegando) viendo su estilo típico de comic-book yanki, si tiene en su haber trabajos muy interesantes y que merecen la pena de ver. Aprovechando tal evento, me he decidido a escribir un artículo que rondaba mi cabeza desde hace tiempo, y dedicárselo a unos de mis libros favoritos.

Por si alguien no conoce los libros, Apocalipsis Z, es para éste que os escribe la mejor trilogía de genero zombi que he leído en mi vida. Nacida en un blog (el primer libro) de un abogado llamado Manuel Loureiro, que empezó a escribirlo para quitarse el estrés y evadirse de su trabajo, pronto contó con una legión de seguidores ávidos de conocer las desventuras de su protagonista (que es al final el mismo escritor) . 

Pero ¿Qué es lo que tiene de especial Apocalipsis Z? En primer lugar para nosotros, la acción de los dos primeros libros se desarrolla en España (el tercero ya es en Estados Unidos, supongo que el éxito de los dos primeros libros, le hizo abrir mercados). El protagonista es español, y es un tío muy normal, el libro te engancha de sobremanera porque te ves reflejado en él y te hace pensar ¡joder, si hubiese un puto apocalipsis zombie a mi me pasaría lo mismo!

Me explico, estamos acostumbrados en las películas americanas de este tipo, a que los protagonistas, la mayoría con un caracter pseudo-Rambo, saben disparar, además de lo sencillo que les resulta consiguir un arma o un rifle de asalto para cargarse a esos zombis que te acosan sin parar para convertirte en su cena. En España por el contrario la cosa se complica, salvo las fuerzas del orden o el ejército, nadie tiene armas en casa, además de que yo con un rifle de asalto sería tan letal como una lata de fanta, no tengo ni idea de como se dispara, y no me vengáis en plan chulo diciendo que con el gatillo ¡ja, ja, ja! Porque supongo que habrá que cargarlo, quitarle el seguro y todas esas cosas que vemos en las películas y de las que yo no tengo ni idea, paz tíos.

Una de las cosas que más me llamó la atención del libro, y que he comentado lárgamente con otros que la han leído tras recomendación mía y que al igual que yo quedaron encantados, es que como es posible que te pueda tener tan enganchado si la mitad del primer libro la acción se desarrolla en la casa del protagonista, ¡como lo oyes! El pobre está tan acojonado que no se atreve a salir, ¿y tú, tendrías huevos? Yo tampoco, pero aún así está tan bien escrito y el personaje tiene tantas preocupaciones y cosas que hacer que te engancha sin remedio.

Tras una serie de tribulaciones que no es plan de contar aquí para no destriparle el libro a nadie, nos encotraremos con el panorama de una Galicia (que es donde vive el protagonista) devastada por los zombis y que tras mas penurias que alegrías el protagonista terminará el primer libro camino de las islas Canarias, que es donde se desarrollará el siguiente libro y que los supervivientes del apocalipsis han hecho de ellas el bastión de la humanidad (aquí hay gente y soldados de todos los países, el autor no considera a nuestro país el ombligo del mundo a diferencia de las películas americanas), eso si, como siempre las ambiciones, las diferencias de pensamiento y la puñetera intolerancia harán que el segundo libro sea tan movido como la "Jungla de Cristal" y den con nuestros protagonistas en... ¡Si! ¡Estados Unidos de América!

Y llegamos al último libro de la trilogía desarrollada en los U.S.A, donde el autor conjuga con maestría, acción, supervivencia y una muy buena crítica a la sociedad americana (al menos de cierta parte de ella) donde trata el tema del racismo y clasismo que existe con la gente de color y con los latinos, el mojigatismo que hay con la religión y sus predicadores virtuosos que convierten en maldad todo lo que no se ajusta a sus creencias e intereses personales, (un villano muy bueno para el libro por cierto) y los "malvados", "eje del mal" o "países no aliados",  en este caso les toca a los coreanos del norte hacer ese papel. Sin duda una idea genial por parte del autor, porque en caso de producirse una devastación de este tipo, si lo pensamos un poco ¿no sería menos catastrófico en países tan herméticos como Corea del Norte donde nadie sale y muy pocos quieren entrar?

Pues aquí los coreanos con sus propios problemas, aprovechan la ocasión para poner en marcha su maquinaria militar y robarles los recursos a los "capitalistas". Por supuesto, nuestros protagonistas se hallarán en medio de todo esto con un final ¿sorprendente?